Lo que si sabemos seguro es que en el año 1353 tuvo lugar un suceso que hizo de este templo uno de los lugares más misteriosos de la capital y es que, unos ladrones le cortaron la cabeza a un anciano cuando éste les sorprendió robando en la iglesia. Transcurrido un tiempo el fantasma sin cabeza del anciano se manifestaba misteriosamente en la puerta de la iglesia de San Ginés. Muchos creían que se trataba del ama del decapitado que había vuelto desde el más allá para revelar el nombre de sus asesinos. Aparte de esto, otras leyendas y hechos curiosos envuelven a este templo. ¿Te sorprendería entrar en una iglesia y encontrarte un gran cocodrilo de unos dos metros? Pues bien, hasta hace relativamente poco este animal podía verse expuesto en los pies de la Virgen de los Remedios pero era tal la expectación que suscitaba que se decidió ocultarlo en uno de los altares de la iglesia. Se cuenta que el animal disecado lo mandó colocar allí Alonso de Montalbán, comisionado de los Reyes Católicos en América, en señal de agradecimiento hacia la Virgen por interceder por él y su familia cuando iban a ser pasto del fiero animal.
Fuente consultada: http://www.dondeviajamos.com
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